Sobre la Tuberculosis
Aún hay muchas personas en el mundo que contraen la enfermedad, ya que en ocasiones no se diagnostica correctamente.
La tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa crónica. Se trata de la novena causa de muerte en la población mundial y la principal causa de fallecimientos por un solo agente infeccioso por encima del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis para concienciar sobre las consecuencias sociales, económicas y para la salud de dicha enfermedad. Se conmemora el descubrimiento del Dr. Robert Koch de la bacteria responsable de la enfermedad en 1882, llamada Mycobacterium tuberculosis, la cual casi siempre afecta a los pulmones.
Aunque es curable y prevenible, dicha bacteria es contagiosa. Puede propagarse fácilmente de una persona infectada a otra que no lo está a través del aire, ya que se puede adquirir cuando un enfermo de tuberculosis tose, estornuda o escupe, momentos en los que expulsa bacilos tuberculosos. Dicha infección se llama tuberculosis pulmonar primaria.
Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente, es decir, dichas personas están infectadas por el bacilo, pero aún no se han enfermado ni pueden transmitir la infección.
Aunque algunos crean que la enfermedad ya no es tan común, en el 2016 se reportaron 10.4 millones de casos nuevos en el mundo.
Gracias a la lucha emprendida por la OMS y las instituciones de salud a nivel mundial, se logró reducir el porcentaje de mortalidad hasta un 37% entre el 2000 y el 2016.
Siempre ha sido un problema grave de salud, no hay país que no lo presente. El bacilo ha evolucionado y existe una resistencia enorme a los tratamientos de última generación.
¿Qué pasa en nuestro país?
No hemos logrado erradicarla en México, y aunque el número de muertes se ha reducido en más del 45%, la incidencia se ha mantenido con una ligera disminución del número de casos.
Según la Secretaría de Salud, se calcula que se presentan entre 2,000 y 2,500 muertes anuales y se reportan 19,000 casos nuevos al año.
Síntomas:
Cuando la enfermedad se activa se presenta: tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etc. Los síntomas pueden ser leves durante muchos meses.
Ante esta situación, a veces los pacientes se tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas.
Si un enfermo no es detectado, en un año puede llegar a contagiar a un promedio de 10 a 15 personas más.
Población vulnerable:
- Personas que viven en condiciones insalubres
- Personas mayores
- Bebés
- Personas con sistemas inmunitarios débiles (VIH / sida, cáncer, diabetes o en tratamientos que debilitan el sistema inmunitario)
Tratamiento:
Se suele tratar administrando una combinación estándar de cuatro medicamentos antimicrobianos durante seis meses, además de proporcionarle al paciente información, supervisión y apoyo.
La mayoría de los enfermos tuberculosos pueden curarse si los medicamentos se suministran y toman correctamente.
Desde el 2000, se han salvado más de 49 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento efectivos.
Consulta a tu médico.
Fuentes consultadas: