La poliomielitis y sus síntomas
Es una enfermedad contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y causa parálisis.
La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas. El virus se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados.
El virus de polio se multiplica en el intestino y los síntomas iniciales se manifiestan en forma de fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros.
Se estima que una de cada 200 infecciones producen una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), mientras que un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
La poliomielitis afecta sobre todo a los menores de cinco años y, hasta la fecha, no se le ha encontrado una cura, pero es prevenible con ayuda de la vacuna antipoliomielítica, la cual puede conferir una protección de por vida si se le administra varias veces, pues se registra que los casos de poliovirus salvaje han disminuido en más de un 99% desde 1988.
En 1988, la 41.ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución que marcó la creación de la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis, encabezada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Rotaria Internacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Las estrategias de erradicación de la poliomielitis son eficaces si se aplican de forma integral, tal como lo demostró el éxito logrado por la India en la eliminación de la enfermedad en enero de 2011 y la certificación de toda la Región de Asia Sudoriental de la OMS como exenta de poliomielitis en marzo de 2014.
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Fuente consultada::
WHO