El asma
El asma es una afección en la que se estrechan y se hinchan las vías respiratorias, lo que podría dificultar la respiración y provocar falta de aire.
El asma es una afección en la que se estrechan y se hinchan las vías respiratorias, lo cual produce mayor mucosidad que podría dificultar la respiración y provocar tos, silbido al respirar y falta de aire.
Se desconoce exactamente qué produce el asma y las causas pueden variar de una persona a otra, pero se sabe que es el resultado de una fuerte respuesta del sistema inmunológico a un alérgeno en el medioambiente.
No existe una explicación única del porqué algunas personas reaccionan a una exposición de manera más agresiva que otras, aunque se le relaciona parcialmente con los genes.
En la actualidad, el asma no tiene cura, pero sus síntomas pueden controlarse. La frecuencia con la que los signos y síntomas del asma pueden aparecer depende de qué tan grave o intensa sea el asma, y de si se está expuesto a los alérgenos. Entre los signos y síntomas del asma están:
- Falta de aire
- Dolor u opresión en el pecho
- Problemas para dormir causados por falta de aire
- Tos o silbido al respirar
Cuando el asma está empeorando, los síntomas anteriores pueden estar acompañados por aumento de la dificultad para respirar y la necesidad de usar un inhalador de alivio rápido con mayor frecuencia.
Determinar la gravedad del asma ayuda al médico a elegir el mejor tratamiento y, dado que ésta se modifica con el paso del tiempo, es necesario que se hagan ajustes constantemente.
El asma se clasifica en cuatro categorías generales:
- Intermitente y leve: síntomas leves que se manifiestan hasta dos veces por semana y hasta dos noches por mes.
- Persistente y leve: síntomas que se manifiestan más de dos veces por semana, pero no más de una vez por día.
- Persistente y moderada: síntomas que se manifiestan una vez por día y más de una noche por semana.
- Persistente e intensa: síntomas que se manifiestan durante todo el día, todos los días y que son frecuentes por la noche.
La prevención y el control a largo plazo son la clave para detener los ataques de asma antes de que se manifiesten.
El tratamiento, por su parte, se basa en aprender a reconocer los desencadenantes, tomar medidas para evitarlos y controlar la respiración para garantizar que los medicamentos diarios para el asma mantengan los síntomas bajo control.
Consulta a tu médico.
Fuentes consultadas: