Disfunción eréctil
Se estima que alrededor del 70% de los casos de DE se derivan de problemas físicos, mientras que el 20% son causados por motivos emocionales.
La disfunción eréctil (DE) o impotencia es la incapacidad constante de lograr o mantener una erección con la suficiente firmeza para tener una relación sexual. Muchos hombres tienen problemas esporádicos de erección, pero se debe consultar a un médico si estos ocurren con frecuencia.
Entre los síntomas de la disfunción eréctil se encuentran los problemas persistentes para tener o mantener una erección y la disminución considerable del deseo sexual. Aunque esta afección puede presentarse a cualquier edad, es más común en hombres mayores de 65 años.
Existen varios factores que pueden detonar la impotencia; sin embargo, los más comunes son los problemas médicos relacionados a los vasos sanguíneos como el endurecimiento de las arterias o aterosclerosis, la cual se asocia con la diabetes, la obesidad, el uso de tabaco, la presión arterial alta y el colesterol elevado.
Otras posibles causas son:
- El consumo de fármacos (antidepresivos y medicamentos para el tratamiento de la presión arterial alta, dolor o cáncer de próstata), bebidas alcohólicas, tabaco y drogas ilegales.
- La pérdida del deseo sexual como resultado de la depresión, ansiedad, enfermedades cerebrales o deficiencia de testosterona.
- El daño a los nervios que mandan señales del cerebro al pene causado por el padecimiento o tratamiento de otras enfermedades.
- Afecciones crónicas de los riñones o el hígado.
El tratamiento depende de la causa y de la gravedad del trastorno, pero éste puede incluir medicamentos orales, dispositivos y cirugías, o terapia psicológica cuando la DE se debe a un conflicto emocional.
Se estima que alrededor del 70% de los casos de impotencia se derivan de problemas físicos, del 10 al 20% son causados por motivos emocionales, y del 10 al 20% son el resultado de una combinación de ambos factores.
Consulta a tu médico.
Fuente consultada:
Hormone
Mayo Clinic